(Wake up)

No existe la perfección tal como la deseo. Entre bonito y menos bonito, me voy tomando indecisiones. Nada de lo que pueda presumir. Nos sobran los defectos.

Busco la belleza con avidez y me vuelvo demasiado ambiciosa. Quisiera devorarlo y hacerlo mío, porque así funciona lo que no existe. La transición está muy bien hecha y cierro los ojos, y continúo viéndolo. El problema es que descubrí un ligero desfase. No creo que lo olvide. Cosas imperfectas. Cosas tal y como no las deseo.

Y está bien.

Me gusta mucho. Incluso lo que no está bien, realmente no está mal.

¿En qué momento me convertí en la persona con quien conversas, cuando estás ebria sobre tu cama? Te examino con mi corazón de hielo y aún así no logro querer cambiar nada de ti. No sé si está bien, pero todo funciona. De cierto modo, me estás dando un propósito. Espero calmadamente desde mi impaciencia. Y quererte me hace muy feliz.

Entre rosa y dorado, nuestras voces y nuestras manos, y me pregunto si me estoy enfrentando al destino en el que jamás pude confiar. Son demasiadas coincidencias. Son 16 días, y todo funciona como si solo fueran unos segundos.