Extraño mucho a mi papá. Desearía volver atrás y no darme cuenta de nada, quisiera olvidarme de todo lo que me duele y poder verlo como antes. Echo de menos oírlo decir mi nombre.

No quiero que sufra ni que sea castigado. Nunca me importó guardar el secreto. Quería entenderlo, porque en algún momento me vi igual a él. No sé, por ahí sí sé que nos entendemos. Me duele porque no puedo decir que lo amo sin pensarlo mucho. Lo único que pensé que tendría siempre, me lo arrebató de a poquitito, hasta que ya no me quedó nada. Todo el cambio, toda Javiera, el miedo y el asco. Se me perdió mi certeza y me morí, y ahora soy otra cosa.

¿Es que no ve lo mucho que me duele, lo sola que me siento? No hice nada mal. Me esforcé mucho, usé todo lo que aprendí. Lloré y mentí, me hice daño y me prometí que lo iba a arreglar sola, ¿por qué me tenía que mentir? No sé en qué me equivoqué tanto. Me siento traicionada por mis expectativas, no me queda nada y ni siquiera puedo fingir, como si pudiera manejarlo. Me pidió que me esforzara porque no tenía que preocuparme por lo demás, ¿me equivoqué porque sí me preocupaba mucho?

Quiero que vuelva a mirarme, siempre he necesitado su ayuda y siempre lo quise ayudar, ¿acaso le doy asco?

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