Estoy muy cansada. Mi cuerpo no está respondiéndome; me cuesta permanecer despierta y tengo muchas ganas de llorar. Llevo un tiempo sin poder comer demasiado, es como si mi garganta se cerrara cada vez que intento tragar. He vomitado dos veces intentando tomar mis pastillas. Limpié el piso, cambié las sábanas y me puse brillitos en las uñas. También me teñí el cabello para entretenerme y salir de dudas... pero algo sigue mal. A pesar de que mi pieza es muy fría, he despertado con fiebre muchos días. Siento que me congelo cada vez que me levanto de la cama, me duelen las manos y siento como si mi piel se quemara.

Mi cabeza no me deja tranquila...

Se me están acabando la sal y los limones. No quería volver aquí si seguía triste, pero me duele el alma. No he permanecido en silencio, pero tampoco ha servido. Siento mucha envidia de la gente y sus vicios... quiero olvidar cosas y seguir adelante. No quise compararme pero acabé dudando mucho; ¿cómo podrías hacer tu vida normal si realmente estuvieras tan mal...? Y así. Como si este fuera el límite. Y sé que aún queda mucho. Me duele mucho querer intentarlo, porque no sé si quiero. Estoy cansada y quiero apoyar mi frente en un montón de almohadas tibias. Quiero ser capaz de dibujar y comprar helado y muchas manzanas...

¿Por qué a mí me cuesta tanto? Como si este fuera el límite. ¿En qué momento comienzo a sentirme bien, pero bien de verdad? ¿Me deja de doler en algún momento?

No quiero preguntar por el futuro, pero lo pienso muchísimo. He soñado con discusiones y lágrimas. ¿Qué viene después?

No tengo nada que perder y no tengo miedo, pero estoy cansada y no me deja de doler.


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