Locket

Siempre confundo mis sentimientos. Sé que me quieres, porque me cuidas y te preocupas por mí. Me tratas con dulzura, me hablas con suavidad, me traes pastelitos y mermelada, y aceptas cuando te ofrezco chocolate, aunque normalmente no lo comes. Me ofreces de tu agua, aunque sé que te da asco compartir la botella, cuando ves que se acabó la mía, y permites que te abrace y que te mire a los ojos, aunque sé que normalmente te incomoda. Lo aceptas porque sabes que me hace feliz, y eso para mí es el amor.

Sé que nos queremos, y eso me hace feliz. Me gusta verte radiante, y me gusta verte cansada y destruida, con el sol en la cara o con las mejillas rojas por el frío. Adoro que sientas la libertad de poder quejarte de las cosas y mostrarte como eres, cuando estás conmigo. Me preocupa que me veas triste, pero aún así te digo la verdad. Soy feliz cuando te veo y cuando hablo contigo, y creo que de eso se trata, porque eso para mí es el amor. 

No quiero arruinarlo, porque me gustas un montón. Me mostraste mucho de ti y me tuviste fe. Ahora amo, y sigo amando, porque confío en ti, y porque confío en mí cuando te veo. No debí dudar antes, porque no te lo mereces, aún si no tenía cómo saberlo. Estoy infinitamente agradecida y me siento completa, porque no me preocupa demasiado pensar en el futuro, cuando se trata de ti. Con todas nuestras incertezas, no temo tenerte en mis planes. Te sientes atraída por las cosas brillantes y creo comprenderlo, porque eso para mí es el amor.

 Algunos no somos cajitas repletas de secretos, ¡algunos somos llaves!

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