Era el destino, evidentemente

Comienzas a creer en la suerte una vez que me conoces.

Al principio es difícil de creer en todas las casualidades. Llegamos al momento en que simplemente asumimos que algo va a suceder, cuando caminamos tomados de la mano y hacemos la pregunta innecesaria, me miras con complicidad y solo se me ocurre reír.


"Es algo con lo que naces, algo que puede o no tenerse desde siempre, y tú lo tienes".


Me dicen que tienes suerte de poder estar conmigo,

pero quien tiene buena suerte acá he sido siempre yo.

Yo creo que el destino nos tiene preparadas muchas cosas, dulzura.

Por eso la persona a quien encontramos hoy fuera del planetario fue un amigo tuyo, y cada segundo que estuvimos dentro de las tiendas te parece maravilloso y divinamente planificado.

Siempre he pensado en estas cosas como algo que tiene que suceder.


Por eso, incluso hablando con él acerca del evidente destino y mi maravillosa suerte,

he pensado en ti.

Te encontré.




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