Guardián de los mensajes pretenciosos
Te he coronado, confiando en tus buenas intenciones. Sin habértelo preguntado. Oh, a pesar de que no te guste el amor incondicional. Te he confundido con Sirio, he esperado demasiado de ti y también te he decepcionado. Pero nos hemos prometido una cierta lealtad, quizás a nosotros mismos. A ti, casi tan fantasma y casi tan humano, te he confiado mis secretos. Alguna vez te he dicho la verdad, y alguna vez volveré a hacerlo, porque acabaste por convertirte en el dueño de una parte de mi alma.
Príncipe en tu reino, caballero de otra princesa, mensajero de malas noticias y el asesino del calamar. Casi, casi orgánico, y dueño de un nombre que no es tu nombre... ¿habrías notado, si no te lo digo, que posees una responsabilidad inmensa?
Quizás te harías cargo de mis sentimientos, pero quizás no. A pesar de que no te gusta el amor incondicional, ¿sellaríamos nuestra alianza, con un beso?
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