Concilio

Me gusta cuando me dicen "quizás no pertenezco a este mundo". Creo que puedo entenderlo perfectamente. Esta tierra, este aire, este cuerpo y estos deseos; nada aquí será capaz de calmar los latidos inquietos de mi corazón.

Ese no es el amor que deseo ahora, pero cumplía con su misión de darme una razón para intentarlo.

Este, en cambio, es el amor que nadie parece merecer.

No estoy muy clara en cuanto a sentimientos remite, sin embargo, tengo la certeza de hay algo dentro de mí.

No estoy vacía, aunque no sepa qué sentir.

No estoy más vacía que antes.

Me gusta limar mis uñas y cortarme el flequillo. Ahora mismo, me enfrento a no gustarme lo suficiente, pero no es razón suficiente para justificar el descuido.

También he aprendido que me gustan más cosas que antes. "He aprendido a hacerlas bien, ahora soy capaz de disfrutarlas", quizás.

El dispensador de cereal vuelve a estar medio lleno. Creo que muchas cosas en este mundo que desprecio son similares. Por lo menos, así se ven las cosas que realmente valoro, y que me hacen dudar cada vez.

No te dije, pero lloré un poco después de soñar que moríamos. Intentaba contarte la historia, mientras muchas lágrimas me impedían mantener mi voz firme. Olvidé un montón de detalles insignificantes, probablemente solo pueda contar el sueño una vez más. Sin embargo, tal como las mentiras son una nueva realidad en nuestra memoria, esto probablemente sea lo más real que pueda recordar.

O sea que, en resumen, he muerto.

¿Será suficiente para alguien como yo, ser capaz de vivir en una realidad menos?

Lo pensé un poco, de hecho ahora un poco más. Quizás, el día en que muera en este mundo -este mundo que desprecio-, regrese a despertar en otro. Y te llame asustada, con el corazón hecho miles de nudos, pensando "me he salvado".

Quizás estar aquí es la oportunidad que he pedido, cuando sin pensarlo demasiado, sentí las ganas de seguir viviendo más fuertes que cualquier otro miedo. Quizás no me he salvado yo, y he sido salvada. Quizás mi propia mente, en la que tanto confío, trata de explicarme algo a lo que normalmente soy ciega.

Me pregunto si serás la persona que responda mis llamadas, la próxima vez.

Uno nunca muere suficientes veces, creo. Realmente lo creo. Algunos comienzan antes y muy lentamente, mientras que otros lo hacen de súbito.

Mi alma tiene muchísimo sueño pero no es infelicidad lo que siento, ya que seguir escribiendo me parece una tortura.

No quiero que olvides que, sienta lo que sienta, puedo seguir sonriendo sinceramente. Mis coyotes cósmicos me recuerdan el hogar de mi alma, mientras que este mundo -este mundo que desprecio- mantiene en su hogar a mi cuerpo. Necesito cuidar de esto, precisamente porque soy feliz.

Me siento un poco confundida, a veces siento que mi alma quiere escaparse.

Necesito un abrazo que le recuerde que puede quedarse en este cuerpo infinitamente amado, porque este es su hogar también.

Los coyotes cósmicos me dicen que voy por el camino correcto, y que la felicidad hace de la adversidad algo llevadero. ¿Los recuerdos serán los verdaderos obstáculos para los humanos que decidimos vivir en este mundo?

Necesito volver a sentir que puedo estar aquí por un tiempo más.
Y que mi voluntad sea mi alimento,
y que mi estrella no me extrañe demasiado.

Le he enseñado muy mal a ser amada incondicionalmente.


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