Carta a Dios: Dile que vuelva

Ni siquiera hablando contigo logro lo que escribiendo. Necesito decirte muchas cosas que presumo ya sabes, pero esto es importante; mucho más importante que todo lo demás.

Dile que regrese.

Quizás es tarde, quizás sucedió algo, no tengo idea de las posibilidades, me parece increíble y no quiero creerlo, pero necesito que me des la fuerza para esperarlo. 

Dile que vuelva.

Quiero pensar que está escondido en el cajón como siempre y que saldrá en cualquier momento, a avisarme todo lo que quiere hacer y contarme lo que ha soñado.

No puedes dejarme sin él, porque no puedes dejarlo sin mí. Es un gato sin collar y es un gato maravilloso, y sé que cualquiera estaría feliz viéndolo hacer sus cosas, pero nadie lo necesita tanto como yo ni será capaz de amarlo como yo lo he hecho. Ni siquiera necesito algo para probarlo. 

Dile que lo extraño.

En serio, dile que vuelva.

Y que lo estoy esperando.

Que la ventana está abierta, que no voy a salir de acá. Que no pienso moverme hasta volver a verlo.

Por favor, dile que regrese.