De repente siento que llevo igual de mal todas mis relaciones y cometo el mismo error: creo que me dan demasiado, mientras que yo no les doy nada. Mucho ceder y mucho contener, pero no me despego de mis secretos. Quizás les hago pensar que conseguirán algo con tiempo y esfuerzo, y para cuando me he rendido solo consiguen quedarse atrapados en sus expectativas. Quizás no los quiero tanto, y no sé bien cómo amar y estar enamorada. Pero no quiero cambiar.

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