Pregunta secreta

Poco a poco, mis deseos de cielos estrellados y noches brillantes han desaparecido como tal, para convertirse en las verdaderas respuestas. Con suavidad, abandono las antiguas cuestiones sobre todos los demás universos. Incluso, he llegado a creer en la falsa sensatez de mi antigua búsqueda. Quizás fallé hace tiempo, aunque sé que una parte de ti -de nosotros- prefiere, siempre antes de dormir, recordarlo como lo que debió hacerse, lo único que debió haber sido hecho.

Poco a poco, mis deseos de cielos brillantes y noches estrelladas se hacen reales, abandonando mi ideal de mar que nos une, haciéndose profundo y asfixiante, en la monotonía de lo bello por la que siento un amor infinito, tan grande como el desprecio. Y es así, como lentamente, reconsidero -muchas, ¡muchas veces!- lo que se ha convertido en el universo en que he dejado de ser todo lo que me definía, en el sentido más superficial y misterioso de todos.

Esto no es lo que esperaba.

Y la pregunta es, ¿está bien que esté feliz así?



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