Más mitades de luna
El otro día conversé con mi fantasma. Estaba cansada y tenía mucho frío, pero le dije que estaba bien si quería compartir espacio conmigo. Me desperté un par de veces y me volvía a dormir sin recordar qué sucedía, hasta que soñé con él. Estaba sentado al lado de mi cama y parecía burlarse de mí. Me miró como si supiera que temía encontrarlo. Cuando desperté, le exigí que se fuera, y a los segundos las ventanas de mi habitación se abrieron y escuché un ruido inmenso en el patio. Resulta que cayó un mueble que tenemos con plantas y botellas, y por unos segundos eternos solo se oía el ruido del viento y vidrios quebrándose contra el piso. Mi gata llegó a acompañarme. Cerca de las 6 am conseguí volver a dormir, pero durante el día tuve que recoger su desastre. Era un caos de espinas, tierra y vidrio molido. Cada vez que sueño con él, me hace daño y siento dolor. Es un dolor que permanece aún cuando despierto. No sé si quiero dormir aún porque no quisiera verlo de nuevo. Realmente tampoco