Habitación espiralada

Arriba y a mi derecha, conservo aún un caracol que no posee nombre. No pensé que quisiera compartir tanto tiempo junto a mí. Ayer le llevé manzanas verdes y le ofrecí un beso. Aceptó.

A veces sobre mis piernas o apoyada sobre mi espalda, dudo sobre quién es el dueño de quién. Quizás he estado mal enfocada. El amor nos hace pensar que existen respuestas para todo.

Hemos tenido muchas pesadillas, aunque últimamente soy solo yo. He tenido sueños extraños. He querido decirte que quisiera tenerte a mi lado, para que me mires con dulzura y me acomodes bien el cabello, pero he hecho bien en no hacerlo. Te extrañaba mucho y me sentía mal. Poco a poco, caí en mis propios pensamientos y me sentí desesperada... pero logré escapar.

A veces siento que me aferro a cosas fútiles. Como todo lo fugaz. Las historias de las estrellas. Ayer vi las cosas de un modo diferente. Realmente quiero estar aquí, aún si solo puedo seguir deseando que no me duela.

Lo que no me toca, tampoco me mueve. Yo no soy así.

Es cosa de paciencia. Me han preguntado qué quiero y qué puedo. No tengo respuestas. Me hace daño pero luego comprendo un poquito más y siento que vale la pena. Entonces la resignación ya no me lastima. Algo parecido.


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