Me pregunté si amaban, los leones, a las criaturas que cazaban. Hubiera deseado prometer que intentaría todo, al menos una vez. El día en que la idea de ser yo fue concebida, muchas verdades fueron olvidadas, y la valentía quedó relegada a un segundo nombre. Como todo lo que soy a veces, y todo lo que no sé ser siempre, me sacude y me desarma. Es un sonido familiar, pero indescifrable. Un recordatorio sutil de mi prudencia. Y de todas esas cosas evidentes. Dream Maker es del Memorial. Me he perdido de mucho y he tardado años en reconocerlo. Al final, sin embargo, no hemos abandonado las esperanzas: me he encontrado muchas veces. Los leones no tienen tiempo de pensar en algo como eso. Julio siempre me trae recuerdos complicados. Por casualidad -o por gracia divina- se arruinaba un poco el universo en esta fecha, ya que solía tomar decisiones importantes entre ayer y antes de ayer. Algo así. De eso quisiera hablar, pero me he hecho la desentendida por mucho tiempo y ya