Profundidades luminosas
Me sentí caer en un abismo. Rodeada por todos los colores, fui incapaz de reconocer algo verdadero, y agoté mis esperanzas en deseos que me permitiesen escapar.
Abandoné mi cuerpo y mi alma por algo que no fui capaz de conseguir.
Me sentí caer en un abismo, y dejé de intentarlo. Sin oponer resistencia, me desplomé al interior de ese espiral envolvente. Dentro de alguno de ellos. Con los brazos extendidos, hundí las puntas de mis dedos en el frío que me contenía, y mi alma fragmentada se redujo a limón y bicarbonato.
Me deshice y las palabras importantes se desvanecieron. Reconocí el murmullo de las burbujas. Estaba colmado de mí.
Me sentí caer en un abismo y fui descubierta por mi propia sombra. Me congelé hasta quebrarme y el rumor del océano me despojó de mis pedazos.
Dejé de preguntarme por lo que era relevante y abrí los ojos. Reconocí el ondulante susurro de mi inexistencia. A veces puedo recordarlo. Tenía sabor a victoria.
Me falta tanto por descubrir. Alguna variante de la gravedad prometió reunir mis fragmentos, pero el día que los consiga, también reconoceré las puntas afiladas de lo que toque tierra sin enfrentarse a la corriente y la superficie pulida de lo que, en cambio, obtuvo significado. Y fallaré haciéndolos calzar.
El vacío se articuló como purpurina violeta.
Pienso que podría recordarlo y conservo mis ilusiones. A veces, distingo algún resplandor áureo y lo siento mío.
Me sentí caer en un abismo y, poco a poco (parte por parte), sentí que dejaba de caer. Bajé la guardia y derramé mi amor. Se vertió algo inmiscible y acabó por consumirse. Tengo miedo, porque derritió mis límites y amenaza con llegar a mi núcleo. Cometí un error pero, a veces, pienso que merezco el castigo.
Seré atrapada o seré desechada. Si gasto mi inercia en unir a la fuerza lo único que tengo, contaminaré la semilla. Desesperanza y desesperación sobre las certezas. Y algo distinto cuando predomina el caos.
Me mezclé, me congelé y me evaporé. Me rompí y me deshice. Me sentí caer en un abismo, y cada parte de mí lo está llenando.
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