Profundidades luminosas
Me sentí caer en un abismo. Rodeada por todos los colores, fui incapaz de reconocer algo verdadero, y agoté mis esperanzas en deseos que me permitiesen escapar. Abandoné mi cuerpo y mi alma por algo que no fui capaz de conseguir. Me sentí caer en un abismo, y dejé de intentarlo. Sin oponer resistencia, me desplomé al interior de ese espiral envolvente. Dentro de alguno de ellos. Con los brazos extendidos, hundí las puntas de mis dedos en el frío que me contenía, y mi alma fragmentada se redujo a limón y bicarbonato. Me deshice y las palabras importantes se desvanecieron. Reconocí el murmullo de las burbujas. Estaba colmado de mí. Me sentí caer en un abismo y fui descubierta por mi propia sombra. Me congelé hasta quebrarme y el rumor del océano me despojó de mis pedazos. Dejé de preguntarme por lo que era relevante y abrí los ojos. Reconocí el ondulante susurro de mi inexistencia. A veces puedo recordarlo. Tenía sabor a victoria. Me falta tanto por descubrir. Alguna varia