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Bueno, ahora sí volví. No sé por qué siempre estoy muy cansada, solo sé que pronto lo estaré aún más jaj. No puedo escapar. En realidad no importa, algo se me va a ocurrir. Han sido meses extraños porque han sido muy diferentes. Ahora hace frío y estoy toda enmantada mientras el Andrés mira videítos. Quiero dibujar un rato pero se me quitan las ganas porque hay que instalarle los drivers y reiniciar, y me da paja. Tengo a la Rosy de fondo porque se me ha hecho costumbre, desde que empecé a ver sus videos hace ya mil millones de años en el pasado. Estamos encuarentenados porque hay un virus asesino destruyendo a los humanos. Yo fui al súper y traje chocolate porque según yo, lo merecemos. Miré el cielo cuando caminaba de regreso a casa y la luna estaba gigante y hermosa. Quizás el mundo se acaba pronto. Ojalá que no.

Le tenemos nuevos apodos al Demian; mi favorito es Memian. Creo que también es el preferido de el internet. Nuestros amigos y conocidos son muy amables con nosotros, hemos hecho nuevas amigas mamás y la maternidad se me ha hecho divertida porque ha sido solo el título por ahora. También me pone triste. Quisiera estar abrazada a mi guagua, con olor a leche, viendo Jojo's. También quisiera tener más ganas de estudiar. Es que estoy cansada. Me hago la valiente porque no sé cómo hacerlo de otra forma, pero me asusta mucho contagiarme, contagiarlos a todos y que mi Memian se quede sin visitas. Lo vemos muy poco, porque son estrictos en el hospital. Ni siquiera nos permiten entrar juntos. De repente me cago en la seguridad de los enfermos y me enojo, pero ya después recobro la cordura. Es que extraño mucho a mi bebé. No solo es lindo y está tibio y suavecito, también hace cosas. Y todo lo que hace me parece mágico. A veces me mira y siento que me lee la mente y me manda mensajes secretos telepáticos que yo no entiendo, porque no me sé su idioma de bebé. A veces sí lo entiendo y le doy vueltitas, porque lo veo incómodo. Yo igual estaría toda tullida si me tuvieran acostada de espaldas por tres horas. Bueno, y me mira y siento que el tiempo se detiene, cuando la verdad es que pasa mil veces más rápido. Es una estafa tener una sola hora, día por medio, para ir a demostrarle todo mi amor a mi guagua. Él se merece un día con más horas. Antes todos me hacían sentir mal por no quedarme más con él, pero es que no podía tocarlo siquiera. Ay, eran tiempos tristes. Si supieran que pienso en él todo el tiempo, me pedirían disculpas. Jmmmmm de repente guardo mucha mala onda porque me he tenido que quedar callada. Ya van a ver. Lo importante es que siempre veo al Memian muy feliz y divertido. Hace muecas que no entiende pero para mí son todo. Tiene mucha fuerza y me agarra los deditos. A veces le tomo las manos y lo hago tocar mi cabello, para que diga wow qué es esta extraña textura!? Así educo a mi hijo. Y le canto y le susurro cosas hermosas.

Con el Andrés adoptamos a una perrita callejera. Nos abrazamos en una banca de la plaza grande mientras jugábamos Pokémon go, porque voy por la vida abrazando perros callejeros. En fin, la Tosty nos escoltó a casa y se quedó afuera esperándonos por siempre, así que le dimos nuestro corazón. Es una bebé maravillosa de casi casi dos años. Decidimos que su cumpleaños sería el 17 de mayo y le vamos a celebrar en grande. Dentro de lo que se puede. La verdad es que todos los días lo pasamos muy bien. Es una bebé muy obediente e inteligente, también es muy agradecida y conversadora. Es una belleza. En la calle la chulean mucho, nos dicen que es un zorrito. Quizás está llena de cachorritos y eso nos haría muy felices, pero no nos queremos emocionar... aún. Me gustaría ser abuela, la verdad. Ojalá que sí.

Se me ocurren un montón de cosas que contar pero no quiero dejarlo todo de una. Quiero volver a escribir y tener muchos recuerdos, para cuando me pierda y me quiera encontrar.

Esta vida me hace muy feliz y no quiero olvidarlo.