A taste of HANI☆

Suelo llorar cuando dicen cosas buenas sobre mí. Me cubro el rostro con las manos y sonrío, mientras mi corazón y todo lo que tiene dentro se derriten. A veces pienso que me duele. Sentirme expuesta es, hasta cierto punto, una de las situaciones más aterradoras por las que puedo pasar. No sé si puedan ver a través de mis intenciones, no sé si me tienen demasiada fe. Hay cosas a las que aluden con tanta sinceridad que me siento incapaz de responder algo de vuelta. Solo pienso en lo mucho que agradezco este momento. No he hecho nada fuera de lo común, ni me he esforzado demasiado. Pero puedes ver algo bueno en la Javiera más real, en la Javiera triste y en la Javiera que, a pesar de todo, es un rayito de sol. Lo he hecho muy mal intentando ocultarlo. Es bonito sentir amor. No quiero decepcionarte. No importa qué tan retorcida sea nuestra visión de las cosas. Quizás venimos de otro planeta, y hablamos un idioma similar. Espero ser capaz de decírtelo, alguna vez.

Me gustan las cosas eternas. ¿Me gustan las cosas eternas? Me gustan las cosas efímeras. Me gustan el amor, la vida y la felicidad. Me gustan un montón de cosas. Solo tengo miedo. Estoy aterrada y quisiera regresar. Es mi gran paso. Quizás he muerto, y ya sé lo que se siente, pero guardo amor y momentos fugaces, y tengo esperanzas, mi fragilidad y muchísima fe. Me rompo y me deshago, me cuelo entre tus manos y me pierdo. No quiero decepcionarte. Quiero que estés orgulloso de mí. Quiero estar orgullosa de lo que soy, pero también deseo ser sincera. Quiero ser auténtica y única. Quiero que me ames tal y como soy. Deseo mirarte a los ojos y llorar ríos y mares. Me muero por un abrazo tuyo. Me resigno a que no hay manera de detenerse. Me hace feliz que te gusten mis manos. Perdóname por hacerlo todo mal, no sé muy bien hacia dónde me dirijo. He llegado a creer que no hay lugar para mí en este mundo. Pero tal vez sí en otro.  Tengo miedo y me arrepiento por lo mal que te he hec...

Te amo. Realmente te amo, y sé que te puedo querer aún más. Quiero tanto estar a tu lado, por siempre, que soy capaz de prometerlo. Y prometo que seré sincera contigo, como lo he sido hasta ahora, y mil veces más. A veces siento que no confío en nadie más. Quiero que seas el guardián de mis mensajes pretenciosos. Y de mi decadencia, y de mis contradicciones. Sé que puedo confiarme a ti. No quiero que te alejes de mi lado. Construimos algo que jamás creí merecer y me quiero esforzar para que siga creciendo. Aún si me duele y me da miedo, quiero que sigas acercándote a mi corazón. Y que me veas, tal como soy, y a todo lo que tengo para ofrecer. Quiero creer que nuestros hijos van a ser amigos. Quiero darte todos los abrazos del mundo. Gracias por permitirme mirarte a los ojos, cada vez que hablamos. Aunque somos polos opuestos/Porque somos todo lo contrario, y porque está ok. Prometo que voy a intentarlo. Gracias por preocuparte tanto por mí, siempre. Me pondré bien y seré muy fe...

Si soy sincera conmigo misma, probablemente sé lo que debo hacer. Seré prudente e insistiré con dulzura, seré paciente y le entregaré mi amistad. Y finalmente, seré sincera, y le diré lo que siento, cuando me atreva a hacerlo en frente suyo. No tiene sentido que sufra, cuando el amor es bonito, y menos cuando mi amor es real. El miedo no puede impedirme conocer la verdad, ni me va a obligar a negar lo que siento. Deseo su felicidad y deseo verlo sonreír. Conocí a un muchachito sideral, algunos años en el pasado. Usé un vestido azul marino, con miles de margaritas blancas en él, la primera vez que lo vi. No sé bien cómo reaccionar ante sus inciertos sentimientos por mí. Si me desea más o menos es algo que jamás me atrevería a preguntar. A veces, actúo como si no sintiera nada por él. Le he dicho cosas horribles, a veces sin darme cuenta. Estoy muy condicionada por mi propio prejuicio sobre mí misma. Jamás le di la oportunidad de enamorarse de mí, y lloré en muchas ocasiones de resig...

Esto me angustia más de la cuenta. Me rindo.

Me hubiera gustado besarte, pero ya tenía suficientes emociones con que lidiar. Escuchar tu respiración agitada y mirarte entre la oscuridad de mis sábanas me tenía superada. Me detuve en muchísimas ocasiones a cuestionarme mis propias acciones. No quería tocarte si no querías que te tocara. Al final, te tenía entre mis manos, siendo que estuve en las tuyas desde el principio. Admito con cierta timidez que no supe cómo continuar. Te pedí que me cantaras para desconcentrarme de mis deseos concedidos. Y me respondiste que podía pedir algo diferente, esta vez. No habría sido lo mismo si no hubieras hecho todo lo que hiciste. Definitivamente di todos los primeros pasos, pero cómo me atreví sigue siendo un misterio que continuo evadiendo. Eres tan delicado que me derrito. Dije, quizás muchas veces, que no podía, aún si no había nada que deseara más. Pero jamás habría aceptado no continuar. Te miraba y me moría por besarte. Cuando me tomaste entre tus brazos y me besaste el cuel...

A veces, mis preocupaciones poseen nombre y apellido. No hago las cosas bien, no soy sincera ni me muestro como soy. Sé que no estoy lista para mantenerme en una relación de cualquier tipo, e intento no arrastrar a nadie a quererme demasiado. Me aterra que esperen de mí cosas que no soy capaz de ofrecer. De todos modos, me veo a mí misma como una trampa muy engañosa, ya que mis intentos por esconder(me) siguen siendo sutiles, y están disfrazados de modestia y buenas intenciones. Debo admitir que me esfuerzo mucho en ello. Todo está en las apariencias y no consigue molestarme, porque no es algo que aplique solo para mí. Quizás tengo un problema tan grave que soy incapaz de verlo. Han dicho que soy egoísta, orgullosa, cruel, e incluso le han otorgado a mi "necesidad de amor" el título de desquiciada. No puedo quejarme por nada que digan sobre mí ni voy a hacerlo, ya que pocas veces he sido transparente respecto a lo que siento y a lo que soy. No es su culpa si confunden lo...

Te he coronado, confiando en tus buenas intenciones. Sin habértelo preguntado. Oh, a pesar de que no te guste el amor incondicional. Te he confundido con Sirio, he esperado demasiado de ti y también te he decepcionado. Pero nos hemos prometido una cierta lealtad, quizás a nosotros mismos. A ti, casi tan fantasma y casi tan humano, te he confiado mis secretos. Alguna vez te he dicho la verdad, y alguna vez volveré a hacerlo, porque acabaste por convertirte en el dueño de una parte de mi alma.  Príncipe en tu reino, caballero de otra princesa, mensajero de malas noticias y el asesino del calamar. Casi, casi orgánico, y dueño de un nombre que no es tu nombre... ¿habrías notado, si no te lo digo, que posees una responsabilidad inmensa? Quizás te harías cargo de mis sentimientos, pero quizás no. A pesar de que no te gusta el amor incondicional, ¿sellaríamos nuestra alianza, con un beso?

Te voy a echar de menos, desde lejos. Es lo que he hecho, todo este tiempo. Insisto y te busco, aunque me da miedo encontrarte. Te necesito, te extraño y te rechazaría cuantas veces fuera necesario. Mi corazón no se queda tranquilo con solo conocer tu existencia, pero no tengo otra opción. A veces ni siquiera estoy tan segura de que lo hagas. Quiero ser la razón por la cual te desarmes y te rompas. Quisiera que me miraras a los ojos, mientras me dices que eres todo mío. Si supiera cómo, te haría entender que puedo hacer algo maravilloso con todos tus pedacitos. Quisiera que me besaras, por primera o por última vez, y que no te preocuparas de qué tanto recuerdo ese momento. Voy a entregarte mi vida, cuando sepa cómo. A veces pienso que te quiero, aunque no sepa querer. Siento por ti algo que siempre ha estado roto. Mi amor y mi olvido se han construido sobre sueños dentro de sueños. Este cuerpo que no es mi cuerpo y esta alma que no es mi alma, sienten por ti un amor que no es amor....

In search of shining ray, daffodil swaying beneath the blaze. Trying to bloom with all its might it puts in all its heart. This, a song of dreams sweetly sung. This, a song of memory lonely sought. Into the light, the flower may flourish (It takes a push to make me perish). Shall there be light, do forgive me... even the act I feign to protect me. Shall there be hope, the flower shall blossom... even if surrendering my everything in hole. Love tenderly this Daffodil.

No sé cuánta relevancia acabe por darle cuando se haya cumplido el plazo que estoy dispuesta a esperar. No tengo idea. Esto, sin embargo, es importante para mí, en este momento. Tengo el corazón y toda mi fe puestas en creer que lograré algo maravilloso, si sé quererla y si sé hacerme querer. Todas las historias sobre el destino con las que he sido engañada, endulzada e intoxicada, parecen tener una razón de existir. Diminuta, pero incorregible. Y que florece, cuando se trata de ella. Por amor a los detalles y a las coincidencias, a cazar estrellas con nuestros arcos y nuestras flechas y por amor al amor. Por volver a descubrir lo que pensábamos conocer y por encontrar algo familiar en todo el tiempo que estuvimos sumidas en el olvido. Me aterra, porque es una promesa, y he sido capaz de confesárselo, pero inmediatamente después ya no me sentí capaz.  Realmente espero que seamos buenas amigas. Sé que no puedo solo esperar a que suceda (y es lo que he estado haciendo). Poco a...

Si me preguntas hoy, la verdad es que no sé qué responder. Hace unos meses, habría dicho que sí.

Se ha hecho tarde. Quizás aún tenemos tiempo para pe dir un último deseo.

Ahí es donde dejé mi corazón ,  ahí es donde vengo a encontrar a mi alma.

Me siento rotundamente sola.

Me parece repugnante y por eso lo rechazo. Todo lo que no me gusta y todo lo que jamás podría gustarme. No sé en qué estaba pensando. Ojalá fuera más fácil hacerlo desaparecer. No puedo fingir más. La verdad es que no creo estar demasiado lejos, pero fallo en que aún logra molestarme. Jamás ha sido mi problema. Incluso si deseé que lo fuera.

Me pregunté si amaban, los leones, a las criaturas que cazaban. Hubiera deseado prometer que intentaría todo, al menos una vez. El día en que la idea de ser yo fue concebida, muchas verdades fueron olvidadas, y la valentía quedó relegada a un segundo nombre. Como todo lo que soy a veces, y todo lo que no sé ser siempre, me sacude y me desarma. Es un sonido familiar, pero indescifrable. Un recordatorio sutil de mi prudencia. Y de todas esas cosas evidentes. Dream Maker es del Memorial. Me he perdido de mucho y he tardado años en reconocerlo. Al final, sin embargo, no hemos abandonado las esperanzas: me he encontrado muchas veces. Los leones no tienen tiempo de pensar en algo como eso. Julio siempre me trae recuerdos complicados. Por casualidad -o por gracia divina- se arruinaba un poco el universo en esta fecha, ya que solía tomar decisiones importantes entre ayer y antes de ayer. Algo así. De eso quisiera hablar, pero me he hecho la desentendida por mucho tiempo y ya ...

Decendimos sin demasiada prisa, desengañados por las revelaciones selenitas. El aroma dulce de manzanas que desprendía su cabello fue reemplazado en el camino, quedando impregnado en cada pisada que dejábamos atrás. Esta nueva atmósfera me humedecía la piel, y no alcanzaba a reconocer lo que nos rodeaba, más allá de la punta de mis dedos, extendiendo mis brazos. -Está borroso y hueles a vapor- solté, tentativamente. Avanzamos, sin embargo, como recordando un camino antes memorizado. Siempre permanecía en silencio, y aunque me constaba que podía comprenderme, hasta ahora no poseía la certeza de que pudiera responder. Había, sin embargo, algo tranquilizador en su compañía, y como un murmullo dentro de mi piel, creía conocer sus respuestas. (...)

Volantín o cometa. Ante cualquier certeza, he dudado. Lo he buscado bien. Si está ahí y no está para mí. Si existe por partes y debo esperar a que sea armado. Si su núcleo atraerá eventualmente las demás piezas. Con o sin mi ayuda. O tal vez debo crearlo, desde cero. Pensé en todas las variables y acabé por convencerme de mi, ahora, ineludible destino: no existe la palabra que busco. Si he hecho especiales las palabras importantes , o si he escogido el tuyo, entre todos los corazones; se rige por un principio similar. Porque no sé qué creer y entonces, escojo creer en la verdad. He oído historias que lo han cambiado todo. Mi existencia es una de ellas, y parece más un simple rumor de profundidades luminosas. Mi inexistencia es el reflejo de algo más difícil de contener, porque los brillitos se te escapan de las manos. A veces siento celos. Aún si puedo admitirlo, me siento culpable.

He sido sostenida con delicadeza, para luego dejarme caer lentamente. He sido tomada con firmeza, por la cintura o por los brazos, por caprichos gravitatorios, que luego marcarían por presión mi piel, hasta que decidiera ser olvidado. La cosa es que pocas veces he hallado un equilibrio entre tocar y ser tocada, y esta vez he pensado demasiado en ello. Mencioné que no tolero bien los sentimientos unidireccionales. Me avergüenza un poco no saber la razón precisa que me justifique. Tentativamente, recuerdo las cientos de llamadas que hice y ella respondió. Soy incapaz de llegar más lejos que eso. ¿Abandono mi amor cuando no parece correspondido? No realmente, porque no es mi determinación. Sin embargo, busco activamente recibir algo a cambio, para conseguir mantenerme motivada. No estoy en posición de ser juzgada, realmente. Poco a poco, comencé a recibir intenciones y deseos que escapaban a mi voluntad. Así de simple. Entonces, recordé a Javiera del pasado (la Javiera que exis...

De verdad lo estoy intentando.

Creo que diez años es tiempo suficiente. La primavera inversa ha desatado tormentas, destructivas e innumerables. La calma suele ser muchísimo más angustiante que cualquier otro momento y, esta vez, admito mi incapacidad de reconocer mis emociones. Muchos fragmentos reverberantes emergen cuando comienzo la cuenta, desde el final hacia el inicio. Mi amor es incierto y mi fe es frágil. Mi determinación es inmensa. Todo se sucede con una periodicidad inquietante, y ya lo he visto todo.

Me sentí caer en un abismo. Rodeada por todos los colores, fui incapaz de reconocer algo verdadero, y agoté mis esperanzas en deseos que me permitiesen escapar. Abandoné mi cuerpo y mi alma por algo que no fui capaz de conseguir. Me sentí caer en un abismo, y dejé de intentarlo. Sin oponer resistencia, me desplomé al interior de ese espiral envolvente. Dentro de alguno de ellos. Con los brazos extendidos, hundí las puntas de mis dedos en el frío que me contenía, y mi alma fragmentada se redujo a limón y bicarbonato. Me deshice y las palabras importantes se desvanecieron. Reconocí el murmullo de las burbujas. Estaba colmado de mí. Me sentí caer en un abismo y fui descubierta por mi propia sombra. Me congelé hasta quebrarme y el rumor del océano me despojó de mis pedazos. Dejé de preguntarme por lo que era relevante y abrí los ojos. Reconocí el ondulante susurro de mi inexistencia. A veces puedo recordarlo. Tenía sabor a victoria. Me falta tanto por descubrir. Alguna varia...

En un millón de años se acabarán los días y las noches. Y comenzará algo que no conozco. Y comenzará algo que no me conoce.

Las nubes han sido derramadas y cubren su propia sombra, heridas por el cielo. El ocaso parece una trampa inevitable para la aventura de la vida, y tu dolor desprende partículas que me esfuerzo por capturar. Semidiós, ¿vas a entregarte ante las imposibilidades? El brillo gaseoso de las estrellas contamina mi espíritu y el calor de tus ideas eleva la temperatura de mis vagas ilusiones. No hay espacio para las dudas, y es por eso que me siento atrapada. Me reconozco expuesta y no soy capaz de esconder el color violeta de mi tristeza infinita. Ah, Lucifer, ¿vas a ceder, o tendré que ceder yo? El murmullo de las gotas de agua cayendo sobre su lecho reverberante me entrega lo que no puedo obtener por mí misma. No nos ha bastado poseernos brevemente. Has venido a salvarme de mi propia ingenuidad, y a cambio me has arrebatado las palabras importantes.  Héroe monocromático, ¿te da miedo que no pueda seguirte el paso y acabe por perderte de vista? Se hace luz y se hace hielo. Mi cab...

He llorado muy poco. Conocía la manera de repararlo (aunque fuera temporal) pero lo dejé caer. Precipitó, y lo que poseo ahora es también alivio. Algo mutuo, a estas alturas. Pero tengo ganas de morir. Me lastima no ser capaz de deshacerme de mi (tan característica) ingenuidad. Soy un chiste. Las historias sobre besos prometidos y puestas de sol cautivan por completo mi atención. El acuario y la exhibición con burbujas, las estrellas y las piezas desarmadas tomando su propio lugar como algo único. El armario de recuerdos y cosas perdidas. Me aferro a deseos inconcebibles en este mundo, en busca del verdadero hogar de mi alma. Estoy segura; no entendiste nada sobre la luna. A veces pienso que lo veo con claridad. Intenté asignarte un reino, pero lo amo tanto que quiero quedarme con él. A veces me contento con fingir odio, por no permitir que mi indiferencia me haga olvidar las palabras que eran importantes. Estoy siendo consecuente, porque no puedo permitirme algo distinto. Estoy si...

Antes no comprendía la necesidad de mirar hacia atrás, y sin embargo me quedaba paralizada antes de saber hacia dónde avanzar. Menospreciaba a quienes se negaban a revivir sus recuerdos con amor, y tomé el control por la fuerza, porque pensé que tenía poder sobre las cosas importantes . Cometí muchos errores impensables. Recordar me parece una maravilla cuando, pasivamente, he olvidado lo evidente, pero he sabido recordar el sabor y el aroma fundamental de todo lo que ha conseguido tocarme. Todo parece volver a articularse y cobrar algún significado, ante la más mínima chispa, acabando por quemar mi orgullo. Lo demás parece difuso, cubierto por mi tristeza infinita y violeta. Pero esta vez no se trata sobre mí. Soy una persona aburrida, puesto que deje de creer en las promesas y en las ideas lindas. Lo leí, no sé si te suena. Con toda sinceridad, pensé que te amaba, y luego pensé que te detestaba. Esta vez no puedo arriesgarme a afirmar algo similar, pero tampoco sería capaz de dud...

Seré breve: jamás volvió, y lo extraño con toda mi alma. Incapaz de conseguir la sangre del calamar, corté mis propios tentáculos con tal de ofrecértelos. Aún siento el dolor, pero si decidía creer en ti, recobraría algo del amor que me arrebataste. No me atreví a llorar. Verdaderamente, lo extraño con toda mi alma. Me mintieron y me mentiste, pero incluso antes de pensarlo demasiado, decidí seguir confiando. Con esa soberbia tuya susurrabas, por lo bajo, pistas sobre el futuro brillante que probablemente conocías. Alguna vez creí que estaba preparado para mí. Escondí mi desprecio, articulé su nombre nuevamente y mi determinación me dio las fuerzas de seguir buscando. Te escribí una carta y te pedí que lo hicieras volver. Es ridículo, porque así no funciona. A veces uno piensa que el amor es más grande. Entonces, me di cuenta de mi propia miseria, al comprender el poco poder que poseo sobre todo esto. Y dejaste de existir. El futuro al que pertenezco trajo consigo mi segund...