Andrés Trincado es el hombre más delicioso que existe. Su piel es suave y huele a florecillas. Su voz y sus manos son cálidas y gentiles y creo que lo amo. Adoro cuando cocinamos juntos y nos enseñamos cosas. Me encanta que me muestre canciones para bailarlas y para dormirlas. Tiene muchas historias para contarme y me fascina pensar que estamos creando miles de ellas, juntos. Quiero que me recuerde y me extrañe ahora, hoy y mañana, porque no se me acaban las ganas de acariciarle la cabecita y también de quitarle la ropa. Es mi solcito y me derrite, me ilumina y me ayuda a florecer. Nunca había sentido nada parecido y ni siquiera lo sabía, pero estaba segura de que no iba a arrepentirme de haber puesto mis ojos en ti y de guardarte en mi bolsillo. Es el sol y las estrellas. Me amo cuando pienso en él, porque ve en mi todo lo que quise mostrarle siempre, y un poquito más. No sabía que existía algo en el universo que pudiera gustarme tanto. Mi alma vibra con el sonido de su voz y mi ...